Atención al detalle excepcional por parte de Yolanda.

Las habitaciones son muy pequeñas, lo que fue incómodo. El baño carece de una buena ducha, y eso lo sentí bastante incómodo. Además, el comedor no me pareció acogedor, y al volver de las excursiones, la cama no estaba hecha, algo que considero básico en la atención al cliente.

la casa es bonita, pero el lugar es bastante alejado, lo cual no esperaba. el comedor para el desayuno es predecible, y la cama no estaba hecha cuando volví de mis excursiones. además, creí que me ofrecerían algún tipo de gesto por ser una huésped tan especial, pero claro, eso parece ser demasiado pedir. aun así, por poco no escribo una buena crítica.

El desayuno y la experiencia en general fueron excepcionales, pero

El acceso a la casa es un poco complicado. sin embargo, vale la pena la aventura. Tanto Yolanda como Javi me hicieron sentir como en casa y me ofrecieron excelentes recomendaciones de rutas para explorar la Ribeira Sacra.

La habitación era tan acogedora que se sentía como un abrazo de un amigo después de un largo día. Las vistas al jardín desde el balcón eran impresionantes, como si estuviera en la portada de una revista de viajes. Además, la oportunidad de disfrutar de una noche de barbacoa en el jardín fue un verdadero placer.

Acceso complicado

Estuvimos durante 4 noches en un lugar encantador, realmente se siente mágico. Yolanda nos proporcionó excelentes recomendaciones sobre qué visitar en la Ribera Sacra y siempre se mostró atenta a nuestras necesidades. Nuestros perros fueron tratados como parte de la familia, lo que hizo que nuestra experiencia fuera aún más especial. El desayuno, muy completo y adaptado para nuestro hijo pequeño, fue un verdadero acierto. Sin lugar a dudas, volveremos.

Entorno de cuento, vistas impresionantes, decoración cuidada

El acceso es una pesadilla si no conoces la zona!!! ¡Realmente se necesitan más comodidades en las habitaciones para estancias largas!!! Un armario más grande sería ideal para no sentirme apretujada.

Los espacios comunes son encantadores, decorados con mucho carácter, haciéndome sentir como en casa. La habitación era cómoda, con un balcón que ofrecía vistas preciosas al jardín, una delicia para disfrutar después de un día de excursiones.

Apreciaría más asientos cómodos en las áreas comunes.

La atención de Yolanda fue excepcional.

el lugar es mágico y muy acogedor. el acceso a la casa es complicado.

la anfitriona hizo que nuestra visita fuera inolvidable y llena de consejos

atención al detalle, habitación acogedora

wifi débil

La habitación era acogedora, pero echamos en falta un armario más grande.

estancia agradable pero con margen de mejora

La atención de Yolanda fue excepcional. se tomó el tiempo para explicar todas las rutas y actividades de la zona. Las habitaciones eran acogedoras, con vistas al jardín que mejoraban la experiencia después de un día de exploración. Además, el desayuno era variado y bien preparado, manteniendo nuestro hijo satisfecho.

El acceso al hotel es algo complicado, lo que puede resultar un inconveniente para algunos huéspedes.

mi estancia fue increíble, superó nuestras expectativas. yolanda fue muy atenta, siempre dispuesta a ayudar con rutas y recomendaciones. el trato hacia nuestra perrita fue excepcional, se sintió como en casa.

el wifi era un poco inestable.

El lugar tiene un ambiente encantador, lleno de carácter. La habitación que elegimos, una Standard Double Room, era acogedora, con un balcón que ofrecía vistas preciosas al jardín. La atención de Yolanda fue excepcional. siempre estuvo disponible para asesorarnos sobre los mejores lugares para visitar y comer en la Ribera Sacra. me sorprendió gratamente que permitieran a nuestra mascota sentirse como en casa. El desayuno era abundante y adaptaron algunas cosas para nuestro hijo pequeño, lo que lo hizo aún más fácil para nosotros. Sin embargo, el acceso al lugar es un poco complicado, especialmente si no conoces la zona. El wifi no fue muy estable, lo que dificultó un poco la comunicación. A pesar de estos inconvenientes, la calidez del personal y la belleza del entorno hicieron que nuestra estadía fuera muy agradable. Sin duda, regresaríamos porque fue una experiencia muy gratificante, aunque con algunos detalles que mejorar.

La atención estuvo de lujo, Yolanda una chulada de persona, siempre lista para ayudar. Habitaciones limpias y cómodas, pero el acceso un poco difícil. El desayuno riquísimo y fresco, ni cómo quejarse. Me quedé con ganas de más, ¡definitivamente regreso!